¿Dónde Está La Verdad?

¿DONDE ESTA LA VERDAD? ¿EXISTE TU VERDAD, MI VERDAD, LA VERDAD DE EL, DE ELLA O DE ELLOS?

Por: Gladys Raquel Hernández

Se ha hablado mucho acerca de “la verdad” a lo largo de la historia. Solemos leer diversas categorías de publicaciones. Encontramos muchas teorías e hipótesis con respecto a quienes somos, de donde venimos y hacia donde vamos. Entonces, ¿quién se atreve a decir dónde está la verdad?Por tal motivo, nos limitamos a decir que un cierto individuo tiene su verdad porque tal teoría le resulta aceptable a su razonamiento y a su educación. Otro individuo, conforme a su manera de vivir, podrá aceptar como razonable otra teoría porque posiblemente la introdujo un científico famoso cuyo nivel intelectual y trayectoria es brillante.

De esta manera, van pasando los años, los siglos, las vidas pasadas, las presentes y las que vendrán y no sabemos bien quienes somos. Lo que resulta sorprendente es que el sol y la luna, nuestro planeta y el resto del universo, estuvieron, están y seguirán estando. ¿Existirá una teoría ciertamente razonable y efectiva mía, tuya, de él, de ella o de ellos para justificar todo ésto?. En otras palabras, ¿el sol existe debido a muchas teorías razonables (mía, tuya, de él o de ellos) o por una sóla teoría, quien sabe cuál?. ¿Nosotros existimos porque Darwin dijo que descendemos del mono o por alguna otra teoría razonable?

¿Puede algo o alguien provenir de diversos orígenes?. Por ejemplo, la harina proviene del trigo o maíz y no de la vaca. Eso lo sabemos y no lo discutimos. Aunque estamos acostumbrados a aceptar como razonable todo lo que podemos ver, tocar y palpar, es preciso descubrir y sentir el poderoso fluir del Espíritu Santo de Dios en nuestro ser, quien nos revelará la VERDAD, la única verdad que existe: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo, quienes siendo tres, constituyen una única unidad divina (la Santísima Trinidad), y quienes nos permiten ver con los ojos del corazón Su reino invisible, que cuando ellos tres en uno lo permiten, se hace visible.

De este modo podemos comenzar a ver que todo proviene de nuestro Creador.

Veamos:

“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. El, de Su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de Sus criaturas”(Santiago 1:17-18).

Veamos estas maravillosas citas bíblicas que nos ayudarán a entender desde lo espiritual, quienes somos y de donde procedemos:
“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues El es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en El vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: porque linaje Suyo somos” (Hechos 17:24-28).

“Así ha dicho el Señor, que da el sol para la luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; El Señor Dios de los Ejércitos es Su nombre” (Jeremías 31:35).

Ahora, veamos como Dios convence a Job de su ignorancia:

“¿Dónde estabas tú mientras yo fundaba la tierra? Házmelo saber si tienes inteligencia” (Job 38:4).
“¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar, y has andado escudriñando el abismo?” (Job 38:16).

Como podemos apreciar, nuestro Dios que es Espíritu, es el Creador de todo lo que existe y El creó lo visible de lo que no se veía.

Veamos la siguiente cita bíblica que fundamenta este concepto:
“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3).

Al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre (Romanos 16:27).

AMEN!!!