jueves, 25 de septiembre de 2008

La Venida del Señor Está Cerca...


LA VENIDA DEL SEÑOR ESTÁ CERCA. ¿POR QUÉ JESUS AÚN NO VINO A BUSCAR A SU IGLESIA?




Por: Gladys Raquel Hernández






“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apocalipsis 22:12).

¿Qué significa El concepto: la venida del Señor está Cerca o que Jesús viene pronto? ¿Se estará el Señor refiriendo a un tiempo cronológico razonable para nuestro entendimiento humano bastante limitado por cierto?

Veamos y analicemos los siguientes conceptos:
La última orden que Jesús impartió a Sus discípulos antes de ascender resucitado a los cielos fue que se expandieran por todas las naciones con la buena noticia del Reino de Dios.

“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

Asimismo, se cita en La Gran Comisión:
“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:18-20).

Jesús también promete lo siguiente:
“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:49).

Jesús se estaba refiriendo al Espíritu Santo, quien quedaría definitivamente en la tierra hasta que El volviese en Su Segunda venida a buscar a Su Iglesia: la Esposa del Cordero (Apocalipsis 19:7).

Veamos las siguientes citas bíblicas cuando Jesús aparece a los discípulos resucitado:
“Jesús les dijo: paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo” (Juan 20:21-22).
Asimismo, Jesús promete:
“Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros (Sus discípulos) le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros” (Juan 14:16-18).

Con posterioridad a la resurrección de Jesús, el apóstol Pablo también hace referencia a la segunda venida de Cristo, hecho de suma relevancia para la iglesia.

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1º Tesalonicenses 4:16-17).

Ya han transcurrido unos dos mil años desde que estas cosas fueron profetizadas. Por lo tanto, ¿qué es pronto?

Las Sagradas escrituras establecen que ni Jesús ni los ángeles saben el día ni la hora en que el Señor vendrá, pues éste es un secreto reservado al Padre Celestial (Mateo 24:36 - Marcos 13:32).
Una de las señales registradas en la Biblia acerca de la venida del Señor Jesús es:
“Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).

Actualmente, se está trabajando en el mundo entero para llevar el evangelio del Reino a la humanidad que no conoce a Jesús, especialmente a aquellas naciones donde su difusión está prohibida. Asimismo, Dios nos exhorta a continuar con el proceso de evangelización iniciado hace dos mil años por los discípulos de Jesús, poniendo en nuestros corazones inquietudes, deseos e interés en Su Reino de Gloria, Amor y Paz.

¿Por qué a pesar de tanto esfuerzo en la evangelización realizada hasta el momento, Jesús no ha venido aún como prometió?

La respuesta es que somos más de seis mil millones de habitantes en el planeta y toda criatura debería tener al menos un encuentro con Jesucristo, el salvador y la gran mayoría de ellos aún no han tenido la oportunidad por diversas cuestiones. La obra del Señor en general se desarrolla lentamente debido a la negligencia, pereza, desobediencia, incredulidad y hasta falta de organización por parte nuestra para expandir el evangelio en forma efectiva. El Señor anhela alcanzar una cantidad masiva a nivel mundial de personas arrepentidas que hayan aceptado a Jesús como su redentor para lograr la salvación eterna.

Veamos esta cita:

"Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu" (Salmo 34:18). 


Aparentemente, conforme a Su criterio, el Señor todavía extiende su misericordia hacia todos nosotros y quiere seguir brindando oportunidades para alcanzar un número de personas mayor aún que El creerá pertinente para conformar Su Gran Pueblo Escogido, antes de Su ira venidera en contra de los impíos y rebeldes que no serán arrebatados en el aire para encontrarse con el Señor y sufrirán la Gran Tribulación.

Veamos las citas bíblicas que fundamentan estos conceptos:
“porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad” (Romanos 1:18)
“Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios” (Romanos 2:5).
“Y esperar de los cielos a Su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1º Tesalonicenses 1:10).
“Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá” (Mateo 24:21).

Otras citas bíblicas que hacen mención a la ira de Dios se encuentran en Apocalipsis 16:1 – Romanos 5:9 – Lucas 3:7 y Mateo 3:7.
Dios es bueno y misericordioso, pero conforme a las profecías bíblicas, El derramará de Su ira sobre los impíos que no hayan aceptado a Jesús, durante el Tiempo de la Gran Tribulación y librará de Su ira a Su iglesia (Muertos en Cristo resucitados y vivos transformados que hayan aceptado a Jesús), quienes partirán con El por siempre.

Los tiempos ya están cumplidos conforme al reloj de Dios para enviar a Jesús a buscar a Su Iglesia redimida. Se cumplió el 7 de Junio de 1967 cuando Jerusalén que se encontraba en posesión de Jordania, es recuperada por Israel (Lucas 21:24).

Veamos las siguientes citas bíblicas:
“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir nuestro Señor” (Mateo 24:42).
“Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:44).

A pesar de estas llamadas de atención y advertencias por parte del Señor Dios hacia todos nosotros, Su Palabra se ha ido distorsionando a través de los siglos con la introducción de las diversas religiones, denominaciones y sectas que han confundido a la humanidad y la han desviado de la sana doctrina de Jesucristo. Sólo cuando el Espíritu Santo es revelado a las vidas, se puede comprender el mundo espiritual y la sana doctrina de Jesús, pues Dios nos da entendimiento, discernimiento y sabiduría a tal efecto.

Veamos estas citas bíblicas:
“Cualquiera que se extravía y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo” (2º Juan 1:9).
“Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido” (1º Timoteo 4:6).
“Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina” (Tito 2:1).

En estos tiempos Dios está buscando siervos y siervas comprometidos/as con el objeto de expandir Su Reino por toda la tierra de manera clara y efectiva pues Su objetivo es cumplir Su obra en nuestra vida y, en Su soberana voluntad El lo hará pues ya está predestinado. El anhelo de Dios es tocarte con Su Espíritu Santo y que te dejes moldear por El para que El pueda guiarte y direccionar tu vida conforme a Sus propósitos.

“Sólo cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31).

Me gustaría concluir con una cita que es una noble y maravillosa promesa de Dios que emana de Su tierno corazón. Es la promesa que encierra todas las promesas. Es el plan que Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo sellaron en algún momento de la eternidad, cuando tú y yo no existíamos aún, cuando el mundo todavía no existía. Ellos tres en uno (la Santísima Trinidad) pensaron en ti y en mí y nos amaron tanto que decidieron crearnos a Su imagen, conforme a Su semejanza (Génesis 1:26). Además, querían que señoreáramos sobre toda la tierra!!! (Génesis 1:28). ¡Cuánto amor!!! Pero nosotros desobedecimos. Aún así, nuestro Padre Celestial nos sorprendió con la buena noticia de lograr la redención y posterior vida eterna por medio de nuestro fiel redentor: Jesús.

“Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con El en gloria” (Colosenses 3:3-4).

Tomemos y recibamos esta maravillosa promesa de parte de nuestro Creador y Buen Dios que nos ama con amor eterno!!! (Jeremías 31:3).

AMEN!!!

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